Columnas de opinón

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El debate pendiente de las presidenciales

Jueves 03 de abril de 2014

Por: Gustavo Gallón Giraldo en El Espectador


Los pasos que se están dando para alcanzar la paz son importantes, pero no suficientes, según la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que presentó el pasado 26 de marzo su informe anual sobre la situación de derechos humanos en Colombia. Una paz duradera requiere, según su informe, reconocer "la necesidad de llevar a cabo un cambio estructural radical" para reducir la pobreza y la desigualdad (párr. 99), así como tomar medidas para modificar "la cultura de contrainsurgencia que impregna las instituciones del Estado y la sociedad" (párr. 54).

El cambio estructural radical implica alternativas de desarrollo distintas a la apuesta por las explotaciones mineras a gran escala, que desconocen en muchos casos los derechos de poblaciones indígenas y afrodescendientes, como la consulta previa. Supone asimismo una producción alimentaria que beneficie al país y haga justicia al campesinado, como se demostró con las movilizaciones masivas de 2013. El cambio debe traducirse sobre todo en brindar derechos básicos a zonas rurales que “siguen teniendo un acceso nulo a las instituciones y los servicios del Estado”, como agua potable, educación, salud, vivienda y alimentación. El informe destaca lugares de precariedad extrema como el departamento del Chocó, o el municipio de Tierralta, en Córdoba.

Para modificar la cultura de contrainsurgencia, de otra parte, hace falta que las fuerzas militares asuman la responsabilidad por las violaciones a los derechos humanos y al derecho humanitario que han cometido en el pasado y continúan cometiendo en el presente; se comprometan a no seguirlo haciendo en el futuro; y desistan de iniciativas que, como la ampliación de la justicia penal militar, contradicen las normas internacionales y encubren sus crímenes contra la población considerándolos simplemente como errores (párr. 45 y 49 a 53).

Urge también que el Estado reconozca y enfrente de manera adecuada la continuada acción de los grupos paramilitares (párr. 91 y 92), responsables de la mayoría de los asesinatos de defensoras y defensores de derechos humanos [1], y de situaciones como la que actualmente vive Buenaventura. Allí se han asesinado en promedio casi dos personas cada día en 2014 y se han descubierto varias “casas de pique”, donde descuartizan gente [2].

Desde hace varios años las organizaciones de derechos humanos vienen denunciando la persistencia del paramilitarismo en Buenaventura, la ciudad más violenta del mundo hoy. Es un ejemplo elocuente de las consecuencias del desdén de las autoridades frente a las redes herederas de las autodefensas mafiosas y a sus vínculos con el Estado. Minimizar los actos de lesa humanidad de estos grupos llamándolos simplemente “bandas criminales” es una grave equivocación, que dificulta resolver el problema porque lo enmascara.

Elemental y difícil, pero no imposible: la clave de la paz está en un cambio sustancial de la mentalidad contrainsurgente y de las estructuras que reproducen la desigualdad y la pobreza. Una razón contundente para prorrogar la integridad del mandato de la Oficina de la Alta Comisionada en Colombia. ¿Qué dicen sobre esto las y los candidatos presidenciales?

Referencias / Fuentes

[1] Programa No Gubernamental de Protección a Defensores de derechos humanos Somos Defensores, D de Defensa, Informe Anual 2013 del Sistema de Información sobre Agresiones contra Defensores y Defensoras de Derechos Humanos en Colombia -SIADDHH-, http://mpcindigena.org/ddefensa-2013.pdf.

[2] Director del Instituto Nacional de Medicina Legal, Carlos Eduardo Valdés, “En los tres primeros meses del año se han presentado 148 muertes violentas en Buenaventura”, El Espectador, 17 de marzo de 2014, en: http://www.elespectador.com/noticias/judicial/los-tres-primeros-meses-del-ano-se-han-presentado-148-m-articulo-481280.

Acerca de Gustavo Gallón Giraldo, Fundador de la Comisión Colombiana de Juristas

Defensor de derechos humanos. Abogado de la Universidad Externado de Colombia.

Diplome D'Etudes Approfondies - D.E.A. en Ciencia Política de la Universidad de París I.

Estudios de doctorado en Sociología Política de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París (1976-1983).