¡Nuestras vidas cambiaron! Esta frase parece una afirmación incoherente, salida de la realidad, porque si nos damos cuenta cada día estamos cambiando, pero la desaparición forzada en nuestra sociedad desafortunadamente forma parte de la realidad de muchas familias que seguimos adelante a pesar de no poder cerrar el ciclo, por la pérdida de un ser querido a causa de la violencia en nuestro país.
Este es el caso de la familia Toledo Mirke. Hace 18 años, el 26 de julio de 2005, Orlando Alberto Toledo Lugo, esposo y padre de tres hijos de una familia del común, fue desaparecido por las FARC-EP cuando trabajaba en Convención, Norte de Santander.
Nosotros tenemos esperanza, la cual se ha ido apagando. En el año 2019 nos confirmaron que no volvería, aún no se sabe dónde está su cadáver. La promesa es que lo buscarán para entregarlo y poder cerrar el caso.
“He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres. Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó”. (Eclesiastés 3:14-15)
¡Las bendiciones de Dios nunca serán cortadas!
Familia Toledo Mirke